Golpe militar: gobierno de Guido (1962-1963)
El golpe militar del 29 de marzo de 1962 tuvo elementos tragicómicos que determinaron que no fuera un militar, sino un civil, quien accediera al gobierno luego de derrocar al Presidente Arturo Frondizi (radical intransigente).
Producido el levantamiento militar el 29 de marzo de 1962, el Presidente Frondizi, detenido por los militares en la Isla Martín García, se negó a renunciar («no me suicidaré, no renunciaré y no me iré del país»). Eso llevó a interminables movimientos, amenazas y gestiones que agotaron a los líderes de la insurrección, quienes se fueron a dormir antes de asumir formalmente el poder. En la mañana del 30 de marzo, el General Raúl Poggi, líder de la insurrección victoriosa, se dirigió a la Casa Rosada para hacerse cargo del gobierno, y se sorprendió con el hecho de que los periodistas le comentaban que un civil, José María Guido, había jurado como presidente en el palacio de la Corte Suprema de Justicia. Guido era un radical intransigente que presidía la Cámara de Diputados y se encontraba en la línea sucesoria de la acefalía. Entre incrédulos, sorprendidos e indignados, los militares golpistas terminaron aceptando a regañadientes la situación y convocaron a Guido a la Casa Rosada para comunicarle que sería reconocido como presidente, en tanto y en cuanto se comprometiera por escrito a ejecutar las medidas políticas indicadas por las Fuerzas Armadas, siendo la primera de ellas anular las elecciones en las que había ganado el peronismo. Guido aceptó las imposiciones militares, firmó un acta dejando constancia de ello y fue entonces habilitado por estos para instalarse con el título de «presidente», pero clausurando el Congreso Nacional e interviniendo todas las provincias.
Efectivamente Guido cumplió las órdenes militares, anuló las elecciones, clausuró el Congreso, volvió a proscribir al peronismo, intervino todas las provincias y designó un equipo económico de derecha (Federico Pinedo, José Alfredo Martínez de Hoz, etc.).
Finalmente en 1963 volvió a convocar a elecciones limitadas, con proscripción del peronismo, en las que resultó electo presidente Arturo Illia (radical del pueblo), saliendo segundo el voto en blanco que muchos peronistas utilizaron como forma de protesta.
Producido el levantamiento militar el 29 de marzo de 1962, el Presidente Frondizi, detenido por los militares en la Isla Martín García, se negó a renunciar («no me suicidaré, no renunciaré y no me iré del país»). Eso llevó a interminables movimientos, amenazas y gestiones que agotaron a los líderes de la insurrección, quienes se fueron a dormir antes de asumir formalmente el poder. En la mañana del 30 de marzo, el General Raúl Poggi, líder de la insurrección victoriosa, se dirigió a la Casa Rosada para hacerse cargo del gobierno, y se sorprendió con el hecho de que los periodistas le comentaban que un civil, José María Guido, había jurado como presidente en el palacio de la Corte Suprema de Justicia. Guido era un radical intransigente que presidía la Cámara de Diputados y se encontraba en la línea sucesoria de la acefalía. Entre incrédulos, sorprendidos e indignados, los militares golpistas terminaron aceptando a regañadientes la situación y convocaron a Guido a la Casa Rosada para comunicarle que sería reconocido como presidente, en tanto y en cuanto se comprometiera por escrito a ejecutar las medidas políticas indicadas por las Fuerzas Armadas, siendo la primera de ellas anular las elecciones en las que había ganado el peronismo. Guido aceptó las imposiciones militares, firmó un acta dejando constancia de ello y fue entonces habilitado por estos para instalarse con el título de «presidente», pero clausurando el Congreso Nacional e interviniendo todas las provincias.
Efectivamente Guido cumplió las órdenes militares, anuló las elecciones, clausuró el Congreso, volvió a proscribir al peronismo, intervino todas las provincias y designó un equipo económico de derecha (Federico Pinedo, José Alfredo Martínez de Hoz, etc.).
Finalmente en 1963 volvió a convocar a elecciones limitadas, con proscripción del peronismo, en las que resultó electo presidente Arturo Illia (radical del pueblo), saliendo segundo el voto en blanco que muchos peronistas utilizaron como forma de protesta.
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